ÑOQUIS DE REMOLACHA

Hoy me he quedado solita en casa toda la mañana, algo que no suele pasar muy amenudo, y como siempre en vez de quedarme tirada a la bartola me he enfrascado en un reto que tenía pendiente desde hace mucho tiempo: "los ñoquis".
Han sido dos veces ya las que lo he intentado y el resultado no ha sido de mi agrado. Así que hoy me he puesto manos en la masa y empeñada en que esta iba a ser la definitiva, me he bajado a la calle a dar un paseo a mi perra y he dejado dos ollas al fuego, una con remolachas y otra con patatas.
De todo se aprende y es que cuando se hacen ñoquis, por lo menos las primeras veces, es mejor hacer grandes cantidades y luego congelarlos, es algo bastante laborioso y muy delicado y también es una alegría el día que sacas algo del congelador que merece muy mucho la pena.
He pasado mucho rato en la cocina, pero poco a poco iba descifrando los secretos de esta masa. Es indispensable tener una montaña de harina al lado cuando se está trabajando y no tener miedo de utilizarla para que no se nos pegue la masa a las manos. ¡Ah! y embadurnar toda la encimera de harina para que tampoco se pegue a esta.

Me he quedado contentísima con el resultado y los que lo han probado también, estoy deseando repetir con otras clases de ingredientes.


Ingredientes:
ÑOQUIS
200gr de remolacha cocina y hecha puré
150 gr de patata cocida
250gr de harina
1 yema de huevo
sal de hierbas


En un bol poner el puré de remolacha, añadir la patata y triturar con una batidora hasta que la mezcla sea homogenea. Echar la yema de huevo e incorporarla a la mezcla,
una espátula de silicona os ayudará un montón. Añadir de tres veces y ir mezclando con la espátula. Salpimentar.
Quedará una masa muy muy blanda, yo cuando la vi lo primero que pensé..."no saldrá".
Aquí viene el momento clave de los ñoquis y de la paciencia y delicadeza que requieren.
Esparcir por la encimera bien de harina y hacer una montón de harina al lado para utilizar.
Dividir la masa en tres partes y formar cilindros como si fuesen "churros" o "salchichas". Embadurnarlo bien de harina, sin miedo y dejar reposar durante media hora.


SALSA

Ingredientes:
8 champiñones
150ml de vino blanco
1 cucharada de cebolla seca granulada
250ml de creme fraiche (o nata)
aceite de oliva virgen prensado en frío
pimienta

Partir los champiñones en trozos bastante pequeños.
Poner a calentar dos cucharadas de aceite de oliva en una sartén y saltear los champiñones a fuego medio durante tres minutos. Apartar y reservar.
En la misma sartén poner la cucharada de cebolla seca, añadir el vino y la crema fraiché y dejar hacer hasta que reduzca bastante.

Mientras tanto cocer los ñoquis en abundante agua salada. Estarán hechos cuando floten en la superficie, retirar con una espumadera.
Añadir los champiñones a la salsa y un minuto después los ñoquis. Dejar hacer otro minuto y servir.

¡qué aproveche!!!

BIZCOCHO DE ZANAHORIA Y JENGIBRE CONFITADO

Esta es una versión que inventé del bizcocho clásico de zanahorias. Sólo tiene en común con ellos que lleva zanahoria y jengibre, pero se trata de un bizcocho bastante húmedo vegano que a mí me encanta y no tiene nada que ver con el clásico.

Ahora me ando estrujando los sesos para la próxima feria que será el próximo domingo, probando e inventando recetas sin huevo, sin gluten, sin azúcar.... La verdad es que es muy interesante y un reto, no es tan complicado y los resultados me dejan aveces perpleja.
Al no llevar alimentos de origen animal, además de dejar menos huella ecológica en el planeta, el bizcocho se mantiene en buenas condiciones durante más tiempo ¿podemos pedir más? Pues sí, podéis cambiar la zanahoria por cualquier otro puré de fruta que tengáis en la despensa. Si utilizáis manzana, acordaros de poner un poquito de canela en vez del jengibre y uhmmm ¡de rechupete! que yo ya lo he probado.

Ah! otra cosa, quitando la cocción de las zanahorias, el resto es un plis-plas.


Ingredientes:

250 gr de puré de zanahoria cocida ( yo la hago al vapor y el sabor es intenso)
150 gr de azúcar de caña integral o la mitad de sirope de ágave
50 ml de leche vegetal de almendra
60 ml de aceite de girasol prensado en frío
140 gr de harina de espelta
100 gr de almendra picada no molida
40 gr de jengibre confitado cortado groseramente
1/2 cucharadita de postre de levadura
1/2 cucharadita de postre de bicarbonato



Así se hace:

Precalentar el horno a 175º

En un bol poner todos los ingredientes líquidos, incluido el azúcar y mezclar bien.
En otro bol poner la harina con la levadura y el bicarbonato y mezclar. Añadir esta mezcla a los ingredientes húmedos y remover con un tenedor hasta que esté integrado, no remover demasiado. Echar el jengibre y la almendra y mezclar.
Introducir en un molde de 20cm aprox engrasado con aceite o margarina vegana no hidrogenada y hornear durante 40 minutos aproximadamente. al ser un bizcocho muy húmedo al hacer la prueba del palillo no sale totalmente limpio, pero casi.

Al desmoldarlo hay que llevar mucho cuidado para que no se nos rompa, ya que al no llevar huevos no queda tan armado.

Probarlo, es increíble lo que se puede hacer "sin".

DESODORANTES Y CANCER DE MAMA

Hace ya unas semanas recibí un mail de una amiga donde alertaban del alto número de cánceres de mamas femeninos y la posible relación con los anti-transpirantes y desodorantes.

El mensaje era claro: El cancer de mama está muy extendido entre mujeres por el uso de antitraspirantes y desodorante con sustancias químicas como el aluminio. Después de este mensaje explica que hay más cánceres de mama de mujeres que de hombres ( que ya empiezan a aumentar), debido a que las mujeres nos depilamos las axilas y luego utilizamos anti transpirantes (que no dejan transpirar y no eliminamos toxinas) y desodorantes altamente cancerígenos sobre una piel receptiva y abierta a absorber toda sustancia que se precie a posarse sobre ella. Así de sencillo, y así de aterrador.

El mensaje recomendaba que además por la noche, antes de ir a dormir, hay que lavarse las axilas, para dejar una libre sudoración y que el cuerpo actue de forma natural.
Cuando leí este mensaje pensé en la cantidad de chicos que ahora empiezan a depilarse por moda, y me compadezco de que puedan sufrir la misma presión social a la que estamos expuestas las mujeres desde hace ya bastantes años en este tema. Alguna amiga mía afirma que ya era hora de que ellos también sufran, y noto que lo que dice, lo dice desde el dolor que le supone a ella esta presión.

Hablo otra vez con mi amiga y me dice que está probando a usar bicarbonato de desodorante. Mi primera reacción es una sonrisa, la segunda preguntarle y eso ¿como se hace?. A la mañana siguiente, cuando termino mi ducha, voy al armario de las especies y saco el bote de bicarbonato, pongo un poco en mi mano y lo mezclo con un poco de agua, me lo pongo en las axilas y continuo el día. Por la noche me doy cuenta que ha ido genial y lo repito desde entonces. Ya no hay desodorantes en mi baño, me he librado de algo que durante años me parecía perjudicial y no lograba hacerme con una alternativa.

Esta alternativa es barata y sana y dudé mucho sobre compartirla en el blog, porque lo que es glamour, no tiene mucho hablar de axilas, pero a mí me ha gustado mucho recibir esta información y os lo quería contar. No es más que un remedio casero, natural, que puede ayudar a que no haya tanta enfermedad. Ahora el bicarbonato tiene otra misión aparte de hacer subir bizcochos. Menos consumismo, menos productos químicos nocivos y menos cancer de mama.

Besos y salud!!

PAN DE MOLDE CON MASA MADRE DE CENTENO

Cuando vi la receta en la flor del calabacín me entraron unas ganas tremendas de hornear un pan en casa. Saqué la panificadora maravillosa que compré en el lidl hace ya por lo menos nueve años, que está en perfecto estado y a preparar. He sustituido algunos de los ingredientes y me ha quedado un pan menos esponjoso y con más empaque, pero está delicioso.

Este verano me aficioné a las masas madres y es que está mucho más bueno y aguanta más tiempo cuando se utiliza en los panes. Preparé varias: la de centeno, de espelta y una líquida para las pizzas. Me encantó hacerlas. Además como hacia calor, la fermentación era rápida.
El pan ha sido un éxito, tanto que casi no me da tiempo a hacerle unas fotos. A mi peque le ha encantado, y me ha pedido que le prepare el próximo día de escuela para repartirlo con sus amigos.

Los ingredientes:

200 gr. de masa madre de centeno integral
250 gr de harina de espelta
50 gr de harina de espelta integral
140 gr de leche de avena
3 gr de levadura seca
17 gr de azúcar
6 gr de sal
34 gr de aceite de oliva.
1 cucharada de semillas de amapola
1 cucharada de sésamo crudo

Lo primero sacar de la nevera la masa madre y mezclar con la leche. Dejar reposar durante media hora más o menos para que se active.

En un bol poner la mezcla de harinas, la levadura, el azúcar, el aceite de oliva y mezclar con la masa madre activada, mezclar todos los ingredientes y amasar hasta obtener una masa compacta. Luego yo la metí en la amasadora y utilicé el programa de amasado. Una vez terminado sacar la masa y untarla con aceite. Dejarla reposar en un bol en un sitio libre de corrientes, como el horno, hasta que doble su volumen.

Desgasificar la masa, y añadir amasando la sal, las semillas de amapola y el sésamo. Poner la masa en un molde con la cremallera hacia abajo y dejamos de nuevo que doble su volumen. Se puede poner papel de horno en el molde si fuera necesario.
Precalentar el horno a 200º, meter un recipiente resistente al calor con agua para tener humedad en el horno. Meter el pan y cocer durante cinco minutos, luego, bajar la temperatura a 190º y cocer durante 20 minutos más o hasta que esté dorado por encima.

Bon profit!!!